Misiones familiares y Mes de María en Chile
28 familias participaron de las Misiones Familiares de Schoenstatt en El Recurso y Ribera Sur, dando inicio a las actividades del próximo Mes de María. Visitas casa a casa, procesiones de la Virgen del Carmen y oraciones en comunidad marcaron un fin de semana de intensa vivencia de fe para niños y adultos.
Miércoles 9 de noviembre de 2016 | María Elena MontoryCasi 150 misioneros, desde un año en adelante, nos tomamos las calles de los pueblos de El Recurso y Rivera Sur, en Buin (Chile), el pasado fin de semana del 4 al 6 de noviembre. Provistos de gorros, pecheras amarillas y mucha agua, desafiamos las altas temperaturas para llevar la Palabra de Cristo en un fructífero "puerta a puerta" para los mejores candidatos: Jesús y la Mater. Acompañados por el Padre Nicholas Matic y la Hermana María Marcela, nuestros queridos asesores quienes nuevamente se sumaron a estas Misiones en Familia (Mef 15).
El viernes en la noche, tras ordenar las carpas en las salas de las Escuela Los Aromos que nos acogió, nos reunimos en el patio a rezar un "rosario iluminado" y recibir nuestra cruces de misioneros. A la luz de la velas, fuimos aquietando nuestro espíritus y preparando nuestro corazón para lo que venía.
Al día siguiente, tras un rico desayuno y con la misión de invitar a todos a sumarse a las actividades del próximo Mes de María, nos dividimos las cuadras de ambas localidades para no dejar a nadie sin visitar. Con un "holaaaaa" bien fuerte, para que nos escucharan adentro, fuimos pasando casa a casa, respondiendo al llamado del Papa Francisco, quien nos ha llamado a ser "Iglesia en salida". Muchas personas se atrevieron a salir a conversar con nosotros e, incluso, a invitarnos a pasar a su casa.
Lo que vivimos en cada hogar fue un gran regalo. Vimos una necesidad en las personas de que les hablen de Dios, de rezar en comunidad y de compartir las penas, como el dolor de tener a un hijo preso; la angustia de una mamá que no siempre tiene para dar de comer a sus hijos, pero que gracias a la solidaridad de los vecinos logra superar los peores momentos; familias que sufren porque sus hijos consumen drogas. También dimos gracias por aquel papá que sufrió un accidente en camión pero ya está recuperado, por la nieta que quedó sin secuelas tras un derrame cerebral cuando guagua, por los hijos que se reconciliaron con su mamá tras un tiempo distanciados, por un señor que volvió a misa tras 18 años alejado de la Iglesia.
Junto a las visitas a las casas, un grupo también fue a visitar a los adultos mayores del Hogar de Ancianos Fénix, quienes los recibieron con una sonrisa y muchas ganas de compartir. Jugaron bingo, cantaron juntos y algunas jóvenes misioneras les pintaron las uñas a las señoras.
Una actividad central de estas misiones fueron las procesiones de la Virgen del Carmen, realizada una en Ribera Sur el sábado en la tarde y la otra en El Recurso el domingo. Nuestra Reina recorrió en andas las calles, ataviada con las flores que prepararon los niños y vitoreada por misioneros y lugareños. Con una misa nos despedimos el domingo a mediodía, con la iglesia llena y una alegre convivencia a la salida.
¿Qué nos llevamos las 28 familias que participamos? Un corazón lleno de gracia producto de todo lo vivido –"siento que estuve en un spa, a pesar de levantarse temprano y dormir en saco", afirmó un misionero para describir cómo se sentía–, las prioridades de vida nuevamente en orden, una experiencia de fe en familia que no se olvida, nuevos amigos y el desafío de mantenernos en "modo misión" una vez que volvamos a Santiago, al trabajo y las exigencias del día a día.
Fuente: Mundo Schoenstatt