Amakuru Burundi (Noticias Burundi)

Queridos amigos, con mucha alegría les enviamos estas nuevas noticias acerca de nuestras actividades acá en Burundi. Ya son 4 meses los que llevamos acá y podemos decir que estamos muy contentos con todas las experiencias vividas y los trabajos realizados.

Desde mediados de septiembre nuestra principal actividad ha sido trabajar con los niños de la Fundación Mariya Arafasha (Maria Ayuda Burundi). Ellos forman parte del proyecto "Girizina", aquí viven 24 niños entre 7 y 15 años, muchos de ellos son huérfanos o viven con sus familias en situaciones bastante precarias, por lo cual habitan en este hogar durante todo el año escolar y así pueden optar por mejores condiciones para ir a la escuela y mejorar su dignidad como personas y como hijos de Dios. Al ir compartiendo con ellos hemos ido conociendo sus vidas, sus realidades, las dificultades que han tenido que sortear en sus cortas vidas; muchas de ellas situaciones lamentables acarreadas por la guerra civil y la pobreza presente en Burundi. Algunos con enfermedades heredadas por sus padres. Todo esto nos conmueve mucho, nos inquieta pensar en sus realidades, y por lo tanto siempre comparamos y valoramos todas las oportunidades que existen en nuestro país y todo lo que Dios nos ha regalado.

Aquí trabajamos tres veces por semana: lunes, miércoles y viernes. Con ellos hacemos talleres de diferentes cosas: malabarismos, construcción de rosarios, de pulseras, dibujos, etc. Les hemos enseñado a jugar dominó, a construir con lego, a armar rompecabezas y muchas otras cosas; siempre buscamos algo que les guste para hacer con ellos. Nos sorprende como muchas veces son tan felices por jugar con un simple globo, lo que les hace olvidar sus realidades y disfrutar del día a día, puedo decir que a pesar de todo son felices y disfrutan compartiendo juntos. Les encanta bailar así es que hemos puesto a prueba nuestros dotes artísticos para crear coreografías y mover el esqueleto con canciones brasileras o un poco de salsa. Cada vez que llegamos a la fundación o nos encontramos con ellos en la calle, se cuelgan del cuello para abrazarnos y saludarnos, creo que hemos creado muchos vínculos y ellos son nuestra alegría acá.

Otra de nuestras actividades es trabajar dos días a la semana en ADRA Burundi. ADRA (Adventist Development and Relief Agency) es una red mundial de organizaciones humanitarias independientes establecidas en 1984 por la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que contribuye al desarrollo individual y comunitario, y que se asocia con el gobierno, con grupos no gubernamentales y grupos comunitarios para realizar actividades de ayuda y de desarrollo. ADRA comenzó a funcionar en 1988 en Burundi con el objetivo de ayudar a las personas más vulnerables, como niños, mujeres y ancianos, independiente de su condición étnica, política o religiosa. ADRA Burundi ha trabajado en la construcción de centros de salud, rehabilitación y construcción de escuelas y viviendas para profesores, la construcción de refugios, la lucha contra el VIH/SIDA, la paz, la reconciliación y la comunicación para el cambio social.

Nuestro trabajo se ha centrado principalmente en dos áreas: En primer lugar revisar material pedagógico que llegó como una donación de Editorial Mc Graw Hill, el cual hasta el momento lo hemos distribuido para 30 escuelas primarias (educación básica) y para 8 escuelas maternales (kinder) de escasos recursos de Bujumbura. Un día fuimos a entregar este material a una maternal, nos sorprendió ver las condiciones de la sala de clases, la cantidad de niños, ninguna decoración, ni iluminación. La Vere le mostró a la profesora y a los niños como ocupar el material, les enseñó a jugar dominó ya que nada de eso sabían; les mostró las distintas actividades que se pueden realizar con los juegos y materiales. Los niños estaban maravillados con los libros y juegos que llevamos, creo que para muchos era la primera vez que veían un cuento o tenían la posibilidad de tener algún material más didáctico en sus manos. En segundo lugar hemos ayudado en la construcción de un colegio que ADRA está realizando. Específicamente he tenido que hacer el dimensionamiento, diseño y parte de la instalación eléctrica de este. Mientras he estado ahí me ha sorprendido mucho la nula seguridad existente. Entre los fierros, palos y alambres puedes ver a los trabajadores descalzos, trasportando grandes piedras, subiendo escaleras, ningún guante, casco o lentes de seguridad. Están acostumbrados a trabajar así y no sufren ningún accidente. Todos los martes vamos a la casa de las Hermanas de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta en Kajaga. Ahí están nuestros pequeños con los que jugamos, les damos de comer y los cuidamos, nos hemos encariñado con varios. Hay una pequeña de un año que se llama "Moccho Ritta" que le roba el corazón a la Vere y es su regalona. Cada martes que llegamos la mira, le levanta los brazos para que la Vere la tome y feliz comparte con ella. Nos emociona todo el trabajo que las hermanas de Calcuta realizan, realmente las admiramos mucho y vemos la tremenda vocación que ellas tienen. Siempre alegres, siempre dispuestas y muy trabajadoras.

Todas las actividades en Kajaga y Mariya Arafasha las hemos realizado junto a Elithe, una amiga burundesa que ha tenido la mejor disposición para ayudarnos, acompañarnos y traducirnos muchas veces al kirundi para realizar las actividades con los niños. Ella ha sido un regalo durante todo este tiempo y con su amistad hemos podido realizar muchas cosas. El 16 de octubre pasado fue mi cumpleaños número 29, así es que lo celebramos acá con varios amigos. Con Verena hicimos completos, empanadas de queso, borgoña y pebre. El Padre Rodrigo hizo una torta de frutillas con crema que estuvo muy buena. A pesar de estar lejos de la familia y de los amigos, fue una tarde muy entretenida y pudimos celebrar con todas las personas que hemos conocido acá. Les agradezco a todos los que me enviaron un saludo desde la distancia y el próximo año lo celebraremos en Chile.

A fines de octubre nos vino a visitar por dos semanas la Vivi, la hermana de Verena. Fue un gran regalo su presencia con nosotros y pudimos ponernos al día de todas las copuchas de Chile. Además nos trajo chocolates,
vinos y otros regalos. Para ayudar un poco muchos amigos y familiares enviaron poleras para niños, las cuales las fuimos a entregar durante una tarde a Kiriri. Regalamos chocolates, dulces, cuadernos, lápices y poleras. Al comienzo eran como veinte niños, pero a medida que fuimos regalando las cosas llegaron más y más niños, en total cerca de cien. Fue muy grato ver las caras de felicidad de los pequeños con sus poleras y dulces.

Después de algunos días con la Vivi en Burundi, partimos juntos los tres a Tanzania. Nos fuimos por 10 días a conocer un poco de este vecino país. Al llegar a Dar Es Salam nos impactó ver la influencia musulmana

presente en todos lados: muchas mezquitas, el respeto por sus momentos de oración durante el día, las mujeres con los trajes largos cubriéndose la cabeza y el rostro en algunos casos. Como Tanzania fue colonia inglesa todos los vehículos circulan por la izquierda. Además hay muchos más adelantos que en Burundi, ya que es un país muy turístico y muy grande. En Dar Es Salam estuvimos un día y después partimos en ferry a Zanzibar, una isla en el océano indico realmente maravillosa.
Aquí recorrimos Stone Town el centro histórico de la isla, donde conocimos el lugar donde nació y vivió Freddie Mercury (líder de la banda británica Queen). Zanzibar tiene una gran influencia histórica por los persas, árabes y musulmanes, por lo tanto sus construcciones son muy altas, con hermosas calles angostas, torres circulares, puertas de madera talladas y por supuesto hermosas mezquitas. Después de aquí nos fuimos por cuatro días a Nungwi, al norte de la isla. Aquí sí que realmente las playas son paradisiacas!!, nos levantábamos temprano para ir a caminar, bañarnos, tomar sol y comer...... ese era todo nuestro programa del día y esperamos volver alguna otra vez. Al fin de nuestro viaje hicimos un safari y estuvimos dos días visitando el Ngorongoro Crater y el Lake Manyara, dos zonas de conservación natural cerca de Arusha al norte de Tanzania. Aquí pudimos ver en plenitud a todos los animales: Elefantes, hienas, cebras, leones, jirafas, ñu, búfalos, monos, puercos....todo fue un gran espectáculo.

De regreso ya en Burundi, hemos continuado con nuestras actividades habituales. Cada día que pasa nos acostumbramos más a esta vida, a la tranquilidad del día a día, a gozar con las pequeñas cosas, a reflexionar, leer y escribir. Casi todas las mañanas nos levantamos a las seis y media para ir a caminar durante 45 minutos por las calles cerca de nuestro hogar. Ahí tenemos la oportunidad para ver a los niños camino a la escuela, con sus cuadernos y lápices en la mano, muchos a pie pelado caminando grandes trayectos, pero entusiasmados con el nuevo día que comienza. Verena aprendió a hacer yoga y entre las actividades del día lo practica. Estamos muy contentos con todo lo que hemos hecho, puedo decir que somos muy felices!

Los queremos mucho y que tengan un lindo fin de año! Verena y Daniel

Bujumbura, 02 de diciembre de 2013